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07/05/2006 -

Los miembros de la OIT se reunieron en la semana y definieron una receta para el empleo decente

Incluye 21 metas, entre las que se destaca alcanzar un crecimiento económico promedio del 5% anual en la próxima década

En la región hay 239 millones de personas económicamente activas y 23 millones están desempleados Otros 103 millones están ocupados, sin protección social

BRASILIA.- "Hay que empezar a distinguir entre una simple ocupación y un empleo de calidad. Un hombre que junta cartones en Buenos Aires está ocupado, pero seguro que no está satisfecho", sostuvo Virgilio Levaggi, director adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para las Américas, durante el desarrollo de la XVI Reunión Regional Americana del organismo tripartito.

El eje que guió las discusiones en este encuentro de representantes gubernamentales, sindicales y empresarios de todo el continente fue, de hecho, la necesidad de encontrar políticas para la creación de puestos de trabajo "decentes", algo que es totalmente diferente a lograr que la gente esté "ocupada", según la diferenciación que Levaggi se preocupó en enfatizar.

"Generar empleo sin considerar su calidad y los niveles de protección social a los que permite acceder, no conduce al progreso", agregó el funcionario. La manera de encarar ese desafío dependerá de las políticas que cada país adopte. Pero las estrategias deberán tender a satisfacer un conjunto de metas que propuso aquí el director general de la OIT, el chileno Juan Somavía. Según el documento emitido al final de la reunión, cada Estado determinará ahora cuáles serán sus prioridades dentro de ese conjunto de objetivos enunciados.

El punto de partida del plan deseado por el organismo internacional es un diagnóstico que indica que en América latina hay 239 millones de personas económicamente activas, de las cuales 23 millones están desempleadas y otras 103 millones están ocupadas, pero sin protección social. Conclusión? Según la OIT, hay un déficit de empleo decente de 126 millones de puestos en la región. La llamada "agenda hemisférica" que se debatió durante la semana que pasó en el Centro de Convenciones de esta ciudad de edificios monumentales, incluye 21 metas. La primera es alcanzar un crecimiento económico promedio de al menos 5% anual en el próximo decenio "de manera sostenida y no fluctuante", para lo que se recomienda incentivar las inversiones y dar importancia a obras de infraestructuras que faciliten la producción. Además, la OIT advierte que los países no deberían basarse sólo en las exportaciones para lograr un crecimiento rápido.

Según puntualizó Daniel Martínez, director regional para las Américas, esa tasa de crecimiento del producto solamente servirá para ofrecer empleo a un número de personas similar al del grupo de quienes se vayan incorporando al mercado de trabajo. En otras palabras: no alcanza para bajar sino tan sólo para mantener los actuales niveles de desocupación. En promedio, la región tiene un índice de desocupación similar al de la Argentina, de alrededor de un diez por ciento.

Martínez consideró que el crecimiento de oferta laboral superior a la demanda es lo que produce mayor informalidad, "porque mucha gente se inventa una ocupación". "Ese desequilibrio (entre oferta y demanda) siempre se ajustó por el desempleo y la informalidad, pero ahora también se suma el fenómeno de las migraciones", agregó. Otra de las metas acordadas en la reunión se refiere a reducir entre un 20 y un 30% el número de trabajadores en regímenes forzosos o de trabajo esclavo. Se estima que hay 1,32 millones de ocupados en condiciones de esclavitud en la región.

Según Patricia Audi, que coordina el plan de lucha contra el trabajo esclavo en Brasil, hay tres factores que caracterizan el empleo forzoso: la servidumbre por deudas (cuando el trabajador llega al puesto ya le debe dinero a su patrón por comida y transporte); la presencia de guardias que impiden la salida de las personas del lugar de trabajo -que es también la vivienda- y el aislamiento geográfico. Los dos primeros factores remiten fácilmente a la cercana realidad de los talleres textiles con trabajadores bolivianos encontrados recientemente en Buenos Aires. Entre las acciones propuestas por la OIT, se menciona calificar estas prácticas como "delito grave".

Movilidad salarial

El documento también insta a los países a un mayor y mejor uso de la negociación colectiva y a incrementar en un 10% la cantidad de trabajadores cubiertos por los convenios. Se recomienda además incluir la variable de la productividad como un aspecto clave para negociar la movilidad salarial. Sobre este aspecto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada dijo, al disertar en esta reunión, que parecía "excesiva" la importancia dada a este elemento.

El conjunto de compromisos propuestos incluye el de reducir las brechas de ingreso por género y por origen étnico en un 50% para 2015, en atención al convenio 100 de la OIT, que compromete a los países a tener mecanismos que garanticen "igual remuneración por tareas de igual valor", tal como recordó María Elena Valenzuela, especialista en temas de empleo femenino. También se alienta la promoción de políticas para que siga creciendo la participación laboral de las mujeres, que en el promedio de la región es muy similar a la de nuestro país: de un 48 por ciento.

En este punto se invita a revisar las legislaciones del servicio doméstico que en muchos casos, según recordó Valenzuela, dan menos derechos a estas trabajadoras que al resto de los asalariados, sin que nada justifique esa discriminación. En materia de sistemas de jubilación, se llama a lograr en diez años un aumento del 20% en las tasas de cobertura. En la Argentina, la proporción de asalariados sin aportes llega al 45,5 por ciento.

Otros objetivos de la agenda hemisférica son la reducción, a la mitad, del porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan. Según el análisis de la OIT, las políticas de promoción para el "primer empleo" mostraron resultados insuficientes, por lo que se aconseja con énfasis la promoción de la iniciativa empresarial juvenil, entre otras propuestas.

El extenso documento debatido entre los delegados que asistieron a la reunión regional incluye otras recomendaciones, como la de poner en marcha planes de desarrollo para poblaciones pequeñas y la de eliminar trabas burocráticas para promover la actividad formal. También se insta a reducir en diez años las tasas de accidentes laborales en un 20 por ciento.

Por Silvia Stang

Enviada especial

América latina redujo el índice de trabajo infantil

BRASILIA (De una enviada especial).- Entre 2000 y 2004, unos 28 millones de niños y niñas de todo el mundo lograron abandonar el mercado del trabajo en el que estaban insertos. El optimismo provocado por esas estadísticas llevaron a que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentara su último informe sobre el tema con un título que refleja un claro optimismo: "La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance".

Según ese documento, América latina es la región en la que más cayó el índice de empleo infantil. Mientras que en 2000 el 16,1% de la población de entre 5 y 14 años estaba en actividad, en 2004 la tasa se había reducido ya al 5,1 por ciento. La cantidad de menores en esta situación pasó entonces de 17,4 millones a 5,7 millones.

Los nuevos datos fueron presentados en el marco de la XVI Reunión Regional Americana del organismo internacional que se desarrolló en el Palacio del Planalto.

Más allá de los beneficios humanos y sociales que aporta la erradicación del trabajo infantil, la OIT también destaca que los países que logren solucionar este problema, mostrarán mejores tasas de crecimiento económico en el futuro, básicamente porque la población tendrá mejores índices de educación y de salud.

Las estimaciones del organismo indican que, en todo el mundo, por cada dólar que se invierta en programas de lucha contra el trabajo de los niños, habrá un beneficio económico futuro de 6,7 dólares. En América latina, la relación es un poco más baja pero igualmente significativa: de 1 a 5,3.

Según ese estudio, durante los primeros 15 años de ejecución de los programas los costos excederían a los beneficios, pero luego la ecuación se invertiría y los beneficios en el producto bruto de los países serían "extremadamente" positivos a partir del año 20, luego del lanzamiento de los planes.

Cae el desempleo entre las mujeres

BRASILIA (De una enviada especial).- En 2015, seis de cada 10 mujeres de América latina estarán participando del mercado de trabajo si se cumplen las proyecciones de los expertos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Actualmente, la región tiene una tasa de actividad femenina muy similar a la registrada en la Argentina: el 48% de las mujeres de más de 15 años trabaja o busca trabajo, según especificó en un diálogo con periodistas María Elena Valenzuela, especialista en temas de género. Valenzuela consideró que uno de los desafíos es reducir tanto la brecha en el ingreso promedio como las desigualdades en las condiciones de calidad del empleo que aún persisten para las trabajadoras, en relación con los varones.

De todas maneras, destacó que la evolución de la participación femenina fue muy significativa: nuevamente con cifras muy similares a las de nuestro país, en la región la tasa de actividad promedio se ubicaba, en 1990, en el 39 por ciento.

Con respecto a los ingresos laborales, destacó que mientras que en 1990 el salario mensual promedio de las mujeres era un 59% que el de los hombres, en 2002 esa relación llegó al 66 por ciento. Una de las principales causas de esa diferencia es que las mujeres tienen por lo general empleos de jornadas más reducidas que los varones.

Valenzuela también especificó que "a las ocupaciones que tradicionalmente están consideradas como femeninas se les da menos valor".



Fonte: La Nación