12/06/2006 -
"Los Gordos" del gremialismo le quitan el apoyo a Lavagna
Pragmáticos, hoy están fielmente alineados tras Kirchner
El pragmatismo no es patrimonio exclusivo del sindicalismo peronista, pero se nota mucho más entre sus dirigentes que en cualquier otro sector. Lo que en su momento fue una "gran simpatía política" de "los Gordos" (grandes gremios) con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna sencillamente "fue": en la actualidad, éste representa, ni más ni menos, "un hecho del pasado que ahora no se condice con la realidad".
Así surge de boca de los propios gremialistas ante la consulta de LA NACION. "Kirchner es el presente y también el futuro, porque si se presenta a la reelección el año próximo ganará por amplio margen a cualquiera que lo enfrente", sostienen.
Además, dicen, Lavagna ya no es ministro y "se puso en la vereda de enfrente de Kirchner", por lo que tampoco harían el esfuerzo de apoyarlo, considerando que decidió privilegiar el apoyo orgánico del radicalismo para la pelea de 2007.
Los sindicatos que integran la CGT expresaron un masivo respaldo al Presidente en el acto que realizó el 25 de mayo último. Lo hicieron no sólo con costosas solicitadas en los diarios, sino sobre todo con la presencia de columnas que disputaron el favoritismo oficial.
Desde el camionero Hugo Moyano (a pesar de su viejo apoyo al ex candidato presidencial Adolfo Rodríguez Saá), pasando por el gastronómico Luis Barrionuevo, ex hipermenemista y devenido duhaldista, hasta "los Gordos" (enfrentados con Moyano y alejados de la CGT) coinciden, sin embargo, en ratificar el actual predominio político de Kirchner. Mientras los moyanistas lo consideran "un peronista indiscutido", otros sindicalistas no arriesgan tanto, pero igual lo respaldan.
Impulso fallido
En 2003, antes de las elecciones presidenciales, el grupo de sindicalistas con poder en la CGT como Armando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad) y Oscar Lescano (Luz y Fuerza), con el apoyo del entonces titular de la central obrera, Rodolfo Daer, intentaron un apoyo a Lavagna (entonces ministro de Eduardo Duhalde) como postulante presidencial. "Pero cuando se lo hicimos conocer a Duhalde -dijo uno de ellos- éste lo desechó y nos anunció que se inclinaría por Kirchner."
Hoy es masivo el favoritismo sindical por el Presidente. Lescano negó a LA NACION que hubiese apoyado en su momento a Lavagna; Cavalieri pidió la reelección de Kirchner, y otro dirigente aliado de "los Gordos" fue expeditivo: "Los economistas deben ocuparse de lo suyo. Gobernar el país es tarea de los políticos".
Uno de los bastiones que también terminaron apoyando a Kirchner fueron las 62 Organizaciones Peronistas, cuyo titular, el líder de Uatre (trabajadores rurales), Gerónimo Venegas, abandonó su tradicional militancia duhaldista en el PJ bonaerense.
Siempre polémico, Barrionuevo defendió desde Catamarca la candidatura de Lavagna, pero con el sentido de respaldar al Gobierno. Barrionuevo interpretó: "Si el Presidente goza de la aceptación de la mayoría del pueblo, qué mejor que ganarle a un candidato importante y fuerte, que puede ser Lavagna".
Igualmente, criticó al Gobierno porque "lo ha hecho crecer en las últimas horas al salir a castigarlo". "Es un error porque lo convirtieron en una víctima [a Lavagna]", dijo.
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) es la que mayoritariamente enfrenta a Kirchner, aunque la crisis por el liderazgo del Presidente también la alcanza: Edgardo Depetri, diputado y dirigente de ATE, armó la rama sindical kirchnerista.
Por Luis Laugé
De la Redacción de LA NACION
Fonte: La Nación
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