29/07/2006 -
LA SITUACION LABORAL : HUBO ACUERDO TRAS UNA DURA PULSEADA ENTRE GREMIALISTAS Y EMPRESARIOS
Subieron el salario mínimo y llegará a $ 800 en noviembre
Los aumentos serán escalonados. En agosto irá a $ 760, en setiembre a $ 780, hasta llegar a los $ 800. La suba, en ese mes, alcanzará al 27 por ciento. Así se cierra el ciclo de negociaciones salariales de este año.
Ismael Bermúdez
Finalmente, y luego de una dura pulseada, sindicalistas y empresarios acordaron anoche un aumento sustancial del salario mínimo. A partir del 1º de agosto, será de 760 pesos. En setiembre y octubre subirá a 780 pesos y a partir de noviembre quedará en 800 pesos, o 4 pesos para los jornalizados.
Así, tras una ardua negociación que duró dos días, el Consejo del Salario aprobó por mayoría las nuevas escalas del salario mínimo. Se estima que la medida podría beneficiar a 772.000 trabajadores.
Con esta decisión, prácticamente se cierra el ciclo de la negociación de los salarios que se inició a comienzos de año con un techo del 19%, acordado con la CGT y que inauguró el sindicato de los camioneros.
Pasadas las 19 de ayer, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció el acuerdo en una conferencia de prensa, flanqueado por la plana mayor de la CGT y directivos de la Unión Industrial. El titular de Trabajo destacó el esfuerzo de consenso alcanzado y señaló: "Este arreglo, que abarca a todo el país, responde a las posibilidades reales que tienen los sectores económicos".
Luego, Tomada le dijo a Clarín que "este resultado de consenso refleja la ineludible necesidad de mejorar la inclusión social sin afectar el crecimiento y la competitividad de la producción nacional". También, que "este acuerdo incluye al consumo y mejora el poder adquisitivo de un universo importante de trabajadores, porque obtuvimos el compromiso de los empresarios de que este aumento es para todos, tanto los trabajadores formales como los no registrados".
Tan solo dos horas antes, las negociaciones estaban empantanadas. La mayoría de los representantes al Consejo estaban diseminados por los pasillos del ministerio mientras Tomada negociaba con el sector empresario, liderado por la Unión Industrial.
Ante la impasse que se había creado, los representantes de la UIA pidieron prorrogar el plenario del Consejo por 72 horas a fin de consultar "a sus bases". El reclamó casi liquidó el acuerdo.
Pero Tomada rechazó el pedido y deslizó que, sin acuerdo, el Gobierno quedaba obligado a laudar. Allí surgió la variante de pasar de 760 a 800, no en dos etapas sino en tres cuotas. Según se comentó en los pasillos, hubo llamadas de la Casa de Rosada y del Ministerio de Planificación a algunos industriales para que revieran su posición.
Cerca de las 18, tras la aprobación por parte de Moyano de que la suba fuera en tres cuotas escalonadas, la UIA dio luz verde a la propuesta acordada. Rápidamente, el titular de la CGT descendió hasta la planta baja de Trabajo, donde aguardaban los canales y las radios para hacer el anuncio, mientras Tomada reunía al Plenario y los distintos bloques preparaban el acta.
Minutos antes, Tomada le pidió a la CTA que retirara la moción que ese sector gremial presentó, pero no fue aceptada. La votación arrojó así el siguiente resultado:
24 votos 13 sindicales y 11 empresarios por el aumento finalmente aprobada.
3 votos la postura de la CTA.
2 votos en contra, de la Federación Agraria y de Apyme.
3 abstenciones de las entidades rurales (CRA, Coninagro y la Sociedad Rural Argentina.
Durante y después de la conferencia de prensa, hubo un fuerte enojo de los empresarios con Moyano. Tras señalar que la CGT "se siente satisfecha con lo obtenido porque fue una negociación muy difícil", y ante la pregunta de por qué los industriales habían sido tan duros, Moyano lo atribuyó a que los empresarios eran "pijoteros" a la hora de otorgar incrementos salariales.
Allí tomó el micrófono Horacio Martínez, de la Unión Industrial, y puntualizó que el acuerdo representó "el esfuerzo posible". Y agregó: "Las cámaras empresarias iniciaron la negociación con vocación de alcanzar un acuerdo, aunque reclamaron tener en cuenta las distintas realidades regionales y el bajo nivel de desarrollo de algunas zonas, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para revertir esa situación".
Un aumento que alcanzará a cerca de 772 mil trabajadores
En noviembre, con salario familiar y aguinaldo, el ingreso de bolsillo sería de $ 869. Así, estaría doce pesos por arriba del valor actual de la canasta de pobreza.
Ismael Bermúdez
Unos 526.000 trabajadores se beneficiarían con la suba del salario mínimo a 760 pesos o $ 3,80 la hora a partir del 1º de agosto. Y alcanzaría a 772.000 cuando en noviembre llegue a $ 800 o $ 4 la hora según los datos oficiales del Ministerio de Trabajo.
Con este nuevo salario mínimo inicial, descontando los aportes a la Seguridad Social y sumando el salario familiar de dos hijos y la parte proporcional del aguinaldo, el ingreso final sumaría 831 pesos. Son $ 26 por debajo del valor de la canasta de pobreza familiar que, en junio, para una familia tipo, fue de $ 857.
Con el salario mínimo a 780 pesos desde setiembre, la misma cuenta arrojaría un ingreso de bolsillo de 850 pesos. En ese caso estaría sólo 7 pesos por debajo del costo actual de la canasta de pobreza familiar. Pero entonces habrá que ver cómo cierran los números de la canasta a fines de agosto para tener el resultado final. Y con 800 pesos desde noviembre, el ingreso de bolsillo saltaría a 869 pesos, 12 pesos por arriba de la canasta de pobreza, pero seguramente para ese mes el valor será distinto.
Por las leyes laborales, salvo el personal jerárquico (y no en todos los casos), todos los asalariados están comprendidos en el convenio colectivo de la actividad. ¿Entonces por qué tanta gente registrada está alcanzada por el mínimo?
En muchas oficinas, comercios o pequeñas industrias, los empleadores acuerdan los salarios y las condiciones de trabajo con el empleado al margen de los convenios de sus actividades. Así, mientras para la mayoría de los empleados el piso salarial es el del convenio, para un amplio sector ese piso es el salario mínimo.
En cambio, sin el servicio doméstico, los trabajadores rurales y los empleados públicos provinciales y municipales que están al margen del salario mínimo nacional, hay 2 millones de trabajadores "en negro" que ganan menos de $ 800. Lógicamente, al no estar registrados no se aplica el mínimo. Así, con el actual mínimo de $ 630 hay un millón de trabajadores "en negro" debajo de esa cifra.
El Gobierno sostiene que en las actividades que ya cerraron los convenios como camioneros, metalúrgicos, comercio, construcción o alimentación los actuales salarios básicos están por encima de los nuevos mínimos y por eso no generan presiones sobre esos salarios. Y admite que los que se encuentran por debajo de esa cifra, son sectores que aún no renovaron este año sus convenios pero, una vez que lo hagan, alcanzarían o superarían los $ 800.
Lo mismo admiten los sectores privados. Según la UDES (Unión de Entidades de Servicios) "los convenios colectivos de trabajo firmados por la mayor parte de los sectores privados se encuentran por encima de las cifras hoy en discusión".
Aún así, el impacto del nuevo mínimo sobre las empresas sería menor, porque entre los 772.000 trabajadores beneficiados hay muchos que ganan un adicional "en negro" Por lo tanto, el aumento del salario mínimo ayudaría a blanquear parte o todo el salario no registrado.
Según la ley de Contrato de Trabajo, el salario mínimo "es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión".
Moyano: "Los empresarios siempre son pijoteros"
Sólo unos minutos después de firmar el acuerdo que fijó el monto del nuevo salario mínimo, el jefe de la CGT, el camionero Hugo Moyano, calificó a los empresarios de "pijoteros", porque siempre les cuesta otorgar aumentos.
En conferencia de prensa en el Ministerio de Trabajo, Moyano resaltó que el salario mínimo aumentó "un 300 por ciento durante la gestión del presidente Néstor Kirchner" y afirmó que "a partir de noviembre el haber mínimo aumentará un 27 por ciento".
El camionero dijo sentirse "satisfecho" con lo obtenido "porque fue una negociación muy difícil" y señaló que en noviembre el salario mínimo superará la línea de la pobreza.
Desde un comienzo, los dirigentes de la CGT intentaron mostrar que, pese a que no se lograron los 857 pesos reclamados inicialmente, se superará ese valor al sumar también el salario familiar y el aguinaldo.
"Eso era lo que queríamos, superar la línea de pobreza. Sabemos que no es la panacea sino un piso mínimo y es cierto que todos hubiéramos pretendido conseguir algo más", dijo el secretario adjunto de la CGT, José Luis Lingeri. Enseguida reconoció que hubiera preferido que los 800 pesos fueran a partir de agosto y no en tres etapas que concluirán en noviembre.
Los jefes de la CGT aseguraron que, a partir de ahora, continuarán con sus reclamos para lograr un aumento de las asignaciones familiares y de las jubilaciones y para avanzar con la disminución de la desocupación y el trabajo en negro.
Ayer, Moyano se encargó de destacar especialmente la gestión del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, porque "colaboró permanentemente con propuestas para consensuar el acuerdo final entre las partes".
Al comienzo de las negociaciones, el camionero había señalado que los sindicalistas no se moverían del reclamo inicial de 857 pesos. Fuentes sindicales afirmaron que, durante el encuentro que mantuvieron el miércoles en la Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner se encargó de pedirle al camionero que bajara sus pretensiones hasta llegar a los 800 pesos.
La CTA no se movió de los 857 pesos
Con un despacho propio de minoría, que exigía un piso mínimo de 857 pesos cifra que fija la línea de pobreza, la organización obrera alternativa, la Central de Trabajadores Argentinos, se opuso al acuerdo mayoritario alcanzado ayer entre la CGT y los empresarios para el aumento del salario mínimo.
El representante de la CTA en la comisión de salario del Consejo del Salario, el secretario general del neumático Pedro Wasiejko, defendió allí el planteo de su organización en cuanto a la cifra inicial para el salario mínimo, y la fijación de una agenda para "una discusión integral de la situación de los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados y de la distribución del ingreso en el país".
El planteo fue retomado después, ya en la reunión del plenario del Consejo, por el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, quien exigió al ministro de Trabajo Carlos Tomada el "cumplimiento del acta anterior, de junio del 2005", en la que el representante del Gobierno se habría comprometido a elaborar esa agenda de discusión.
En concreto, el proyecto de la CTA planteaba que la agenda debía incluir la fijación del valor de la canasta familiar calculada en 2.207 pesos como referencia para definir el salario mínimo; la universalización de las asignaciones familiares; la creación de un "subsidio de empleo y formación" para los desocupados; el aumento de los actuales planes Jefes y Jefas de Hogar y la "desprecarización" del empleo en el Estado.
Fonte: Clarín
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