08/08/2006 -
Un tema que preocupa a las empresas
La UIA, a la espera de la ley de ART
El presidente de la entidad, Héctor Méndez, almorzó con Tomada, pero no obtuvo definiciones sobre la reforma del sistema
La preocupación de los empresarios por el futuro del régimen de riesgos laborales y por los altos índices de trabajo en negro fue uno de los temas que, almuerzo mediante y en un clima distendido, analizaron ayer el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez.
Sobre la primera cuestión, el dirigente fabril no logró llevarse demasiadas precisiones. Respecto de la informalidad laboral, quedó el propósito de analizar la posible firma de una carta compromiso en la que empresarios y sindicalistas acuerden políticas de acción tendientes a reducir la incidencia del problema.
La reforma de la ley de riesgos del trabajo es un tema que desvela a los empresarios. La demora en la definición de un nuevo sistema -después de que el actual fue tachado de inconstitucional por la Corte Suprema hace casi dos años- origina cada vez más juicios, tanto contra aseguradoras como contra empleadores.
Según dijo anoche Méndez en diálogo con LA NACION, Tomada informó que "aún faltan detalles" para que la iniciativa sea enviada por el Poder Ejecutivo al Congreso. El empresario recordó que del listado de cambios que había propuesto la UIA al proyecto originalmente redactado por la cartera laboral, "algunos fueron atendidos y otros no".
Voceros del Ministerio de Trabajo, que optaron por no hacer comentarios sobre el encuentro de Tomada con Méndez, se limitaron a confirmar que el proyecto de ley se encuentra en la oficina del secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini. Según fuentes del Gobierno, el proyecto llegaría al Congreso "en las próximas semanas".
La nueva ley daría la posibilidad a un trabajador accidentado o con una enfermedad laboral de recurrir a la justicia civil contra su empleador, como una alternativa a recibir la indemnización a cargo de la aseguradora de riesgos del trabajo (ART). En ese punto, los empresarios habían pedido que quedara bien aclarado que la elección de una de esas vías excluirá a la otra. Eso, efectivamente, está previsto en el proyecto.
Pero además, el sector empleador reclama otras modificaciones, como un tratamiento especial para los casos de accidentes in itinire, es decir, que se producen en el camino hacia o desde el lugar de trabajo.
"Queremos lo mejor para una ley razonable y justa", sostuvo Méndez. Como efecto inevitable, los empresarios saben que la nueva ley elevará el costo de la cobertura del seguro, ya que los montos indemnizatorios se elevarán y se asemejarán a los resarcimientos que están otorgando los jueces en los casos en que se reconoce a los trabajadores el derecho a ir a un juicio civil.
Méndez también afirmó que durante el almuerzo que compartió con Tomada en el restaurante El Mirasol, de Puerto Madero, se evaluó la posibilidad de firmar una carta compromiso para la eliminación del trabajo en negro. Sería un acuerdo con los dirigentes de la CGT, y "la idea es que otras entidades empresariales también acompañen", agregó.
En rigor, la firma de un pacto con los sindicalistas sería un paso para distender el clima en la relación entre el Gobierno, los dirigentes empresariales y los sindicalistas. Lo cierto es que el aire quedó cargado de tensiones después de la última reunión del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, que se desarrolló el 28 del mes pasado.
Ese día se firmó -a propuesta de la cartera laboral- el aumento en tres etapas del salario mínimo, de $ 630 a 800. Fue después de varios encuentros signados por un clima poco amigable, que el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, no se preocupó en disimular cuando, en plena conferencia de prensa, calificó a los empresarios de "pijoteros".
El diálogo de ayer contribuyó, de hecho, a aliviar las tensiones que habían quedado de aquellos días.
Diálogo social
Después del almuerzo, Méndez y el resto de la cúpula de la UIA recibieron en la sede de la entidad a monseñor Jorge Casaretto, presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina. Méndez afirmó que en la reunión se habló de "los caminos para buscar el diálogo social" y agregó que no se excluiría a otros credos. El objetivo, según señaló, es hacer en los próximos días una agenda de trabajo para promover un diálogo con los sindicalistas.
Por lo pronto, la UIA y la CGT presentarán esta semana, por separado, sus propuestas para la reforma del sistema educativo. Por ese tema, la central fabril se reunirá mañana con el ministro de Educación, Daniel Filmus.
Por Silvia Stang
De la Redacción de LA NACION
Los temas de la agenda
Los empresarios están preocupados por el futuro del régimen de riesgos del trabajo, pero aún el Gobierno no mostró el proyecto que enviará al Congreso.
También se dialogó sobre el trabajo en negro.
Según Méndez, se evaluó la posibilidad de un acuerdo con los sindicalistas.l
Fonte: La Nación
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