NOTÍCIAS - Argentina

10/08/2006 -

El impacto de la huelga docente

Preocupación en Córdoba por la pérdida de clases de 850.000 chicos

Padres y maestros advierten que el conflicto afecta los aprendizajes y los hábitos de estudios

CORDOBA.- "Los mayores perdedores son los chicos porque cada vez la educación está peor, saben menos y están descuidados, mientras que los docentes van a conseguir el aumento." Patricia Saieva, madres de tres alumnos, sintetizó así su desazón por el prolongado conflicto docente, que ya hizo perder a sus hijos 12 días de clases.

Si bien comparten las reivindicaciones de los 60.000 docentes que hoy alteran el dictado de clases a 850.000 alumnos en las 5000 escuelas de la provincia, los padres se declaran muy preocupados por los perjuicios que ocasiona el diferendo gremial. Desde el lunes último la actividad docente se restableció por imperio de la conciliación obligatoria, que regirá durante 15 días hábiles para tratar de encauzar una solución.

La educación y los docentes, a quienes el gobernador José Manuel de la Sota pretendió privilegiar desde el comienzo de su gestión, en 1999, con la construcción de más de 200 escuelas y el aumento de los salarios, en el afán de diferenciarse de su antecesor, el fallecido Ramón Mestre, quien había cerrado colegios rurales, hoy se han convertido en factores que hacen tambalear su transición hacia el fin del doble mandato.

A los 12 días de clases perdidos por las huelgas se suma otra cantidad similar de jornadas interrumpidas por asambleas y paros parciales, además de los asuetos por el Mundial de fútbol y los debates de la futura ley de educación organizados en los colegios.

"Estoy de acuerdo con los docentes, pero lo que más me preocupa es la educación de los chicos. Yo tengo una hija en sexto grado, que me preocupa muchísimo porque el año que viene entrará en el secundario. Pero también me preocupa el varón de primer grado porque el primer año es fundamental", dijo a LA NACION Patricia Saieva, que esperaba en la escuela José Manuel Alvarez la salida de sus tres niños.

"Con todo este conflicto, tengo que pagar una maestra particular para la más grande, para que el año próximo no esté totalmente perdida porque el cambio es muy grande", comentó.

Liliana Gómez, en el mismo colegio, destacó: "Como papás, deberíamos apoyar más a los docentes porque es una realidad que tienen sueldos muy bajos, para que se agilice una solución que sea beneficiosa para todos".

La mujer, cuyos chicos asisten a 3° y 6° grado, expresó: "A mí me aflige el caso de mi hijo de sexto grado porque la sumatoria de paros corta mucho el aprendizaje y después van a ir a los apurones", expresó. Se mostró partidaria de prorrogar las clases para recuperar lo perdido, pero advirtió: "Los chicos no tienen la culpa de este conflicto, pero los afectados finalmente son ellos, con paros o con prórroga".

Para Daniel Genero, "está bien que el gobierno haga escuelas, pero si después no les va a pagar el sueldo a los docentes, ¿para qué las hace?". Al mismo tiempo, no acusó mayor preocupación por la pérdida de clases. "Ya estamos acostumbrados. En este país puede pasar cualquier cosa."

"Estamos en negro"

Beatriz Navarro, docente de sexto grado de la escuela José María Paz, con 24 años de profesión y un salario de bolsillo de $ 1200, censuró la actitud del gobierno, que "mientras combate el trabajo ilegal, a los maestros nos mantiene en negro, ya que más del 60% del salario de bolsillo es en negro".

Gladys Luna, maestra de tercer grado que cobra $ 1000 pesos con 25 años de servicio, aseguró: "Todos los docentes tenemos la mejor buena voluntad de que esto se supere, porque nos afecta a todos. Nosotros también somos padres".

La docente admitió que los paros afectan a los chicos porque "pierden el ritmo de estudio. Uno lo puede recuperar, pero también hace falta colaboración de los padres". Y ve "positivo" prorrogar las clases a fin de año.

Desde el sector privado también hubo pronunciamientos críticos por la crisis educativa.

El Consejo Católico para la Educación de Córdoba planteó al gobierno provincial que la educación "no puede ser una variable de ajuste económico" y le pidió que otorgue a los docentes "una remuneración acorde con la gran responsabilidad de ser formadores de personas".

Orlando Andrada



Fonte: La Nación