23/08/2006 -
La CGT, satisfecha por un nuevo logro
Los sindicatos son los grandes beneficiados; "no se trata de un privilegio", se defendieron
La CGT mostró su satisfacción por el éxito de las gestiones para que el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, impulse un decreto que elimine el tope de 4800 pesos para el descuento obligatorio del 3 por ciento sobre los salarios de los trabajadores en concepto de obras sociales.
Los sindicatos se verán directamente beneficiados con los descuentos que se hagan a los sueldos más altos mediante el mismo porcentaje. Según la CGT, "no se trata de un privilegio sino que forma parte de la necesidad de fortalecer las obras sociales sindicales, que nunca negaron servicios a pesar de estar siempre condicionadas por repartos políticos y desigualdades caprichosas". El sindicalista que defendió la medida ante LA NACION no mencionó las denuncias que muchas veces se hicieron sobre manejos arbitrarios con las obras sociales, cuyos fondos muchas veces se destinaron, en gran porcentaje, a las campañas electorales del peronismo.
Como fuere, una fuente cegetista mencionó que "la mayor recaudación permitirá un mejor servicio para los 12 millones de beneficiarios del sistema solidario de salud", y destacó su enojo por el "menosprecio" que considera se hace con la tarea realizada con los sindicatos, que "deben atender a aquellos trabajadores ambulatorios y de alta complejidad que la medicina prepaga no atiende". La eficiencia del sistema de obras sociales y la distribución de fondos seguirá a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud, debido a que no cambia el mecanismo sino que aumentan los fondos.
Claro que las gestiones de Capaccioli y del director de la Administración de Programas Especiales (APE), Juan Rinaldi, es elogiada por la CGT. El primero fue secretario de Descentralización del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión de Aníbal Ibarra pero ligado políticamente al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La designación de Rinaldi fue un mayor logro sindical aún, por desempeñarse, al momento de asumir, como abogado del sindicato de Camioneros que conduce Hugo Moyano, el secretario general de la CGT.
Decisión "de arriba"
Como las relaciones entre Fernández y la CGT no son las mejores, se especula con que la decisión llegó "de arriba", como alude un dirigente de la CGT a conversaciones con sus principales aliados: el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el presidente Néstor Kirchner.
Una fuente consultada por LA NACION confirmó, en rigor, el mismo reconocimiento que se le venía tributando a Capaccioli antes de conocerse la inminente firma del decreto. "La eficiencia de la distribución de los fondos de las obras sociales ha mejorado sensiblemente, es absolutamente equilibrada y no está sometida a los ´amiguismos de otras épocas", afirmó, para concluir que la gestión del funcionario "es armónica, no ha reparado en ayudar a aquellas obras sociales en emergencia y con las necesidades más latentes".
Acostumbrada a recibir los favores del Gobierno, la CGT consiguió "buenos aumentos salariales" (con el tope oficial del 19 por ciento) en los convenios colectivos de trabajo, recibió con beneplácito el fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenó actualizar sueldos a jubilados que ganan más de 1000 pesos, pero con la promesa oficial de Kirchner de que todos los jubilados recibirán por lo menos un aumento el año próximo, además del incremento del salario mínimo para todos los trabajadores. Todo ello, sin mencionar los subsidios recibidos por el sindicato de camioneros de Moyano de parte de su aliado político, el ministro De Vido.
Por Luis Laugé
De la Redacción de LA NACION
Fonte: La Nación
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