NOTÍCIAS - Argentina

23/08/2006 -

Pese al subsidio y a la intervención

Siguen los problemas en el Hospital Francés

Conflicto entre delegados y autoridades

Las dificultades continúan en el Hospital Francés, a cinco meses de que -por un acuerdo político entre los gobiernos nacional y porteño- la Legislatura de la ciudad aprobara entregar a esa institución privada y en concurso preventivo un subsidio por 8,5 millones de pesos para pagar salarios atrasados.

La partida fue girada por los ministerios de Hacienda y Salud porteños, cobrada por el hospital y redistribuida entre los trabajadores. Luego, el Francés fue intervenido por el gobierno nacional, por medio de la Superintendencia de Servicios de Salud, para sanear el funcionamiento administrativo y médico del establecimiento.

Hasta allí coincidieron ayer todas las partes consultadas: fuentes legislativas, voceros del Ministerio de Salud porteño, el director médico designado por la intervención y el delegado de los trabajadores del hospital.

Sin embargo, las versiones difirieron al describir la situación actual del Francés. "Nos vuelven a deber dos meses y medio de salario. Faltan insumos y medicamentos. Cerraron la maternidad y no está garantizada la atención mínima en otros servicios", denunció David Garruti, delegado del gremio de la Sanidad, enfrentado a la conducción kirchnerista del sindicato.

Por el contrario, Walter González, el director médico que asumió en mayo y por seis meses junto con el interventor José Luis Salvatierra, sostuvo: "La maternidad no cerró. Las pacientes fueron trasladadas a otras camas. Sí estamos atrasados en los sueldos, pero no más que cuando asumimos. En cambio, regularizamos el pago de aportes patronales, que se adeudaban. Antes la guardia no atendía y las residencias estaban cortadas. Esto quedó superado. Tampoco faltan insumos".

Otras fuentes de la intervención en el Francés y de la Legislatura sugirieron que -como el plan de salvamento de la institución prevé el "adelgazamiento de los recursos humanos y de los costos"- existe malestar entre un sector minoritario de los trabajadores, que propicia este tipo de denuncias.

De cualquier manera, si bien la situación no resulta crítica, González admitió que la ecuación ingresos-gastos todavía no cierra. "El subsidio era para pagar los sueldos pendientes hasta el concurso preventivo, o sea, hasta mediados de marzo. Cuando llegamos, ya existía una deuda de dos meses. Había 11 empleados (profesionales y no profesionales) por cama, cuando la buena práctica médica indica que deben ser entre 3,5 y 4. El índice de ocupación sólo alcanza el 60% en el edificio principal y el 20% en el anexo. Queremos optimizar el uso de los recursos humanos y de la infraestructura. Y eso genera rispideces", aclaró.

Según Garruti, "dicen que hay que seguir con los aportes de los socios, de las obras sociales y de los planes de salud. Para eso, deben deshacerse de 200 médicos y 400 empleados. Nosotros planteamos que el establecimiento pase a integrar la red pública de salud".



Fonte: La Nación