25/08/2006 -
Industria automotriz
Paran en las terminales por una pelea de Smata y concesionarias
El gremio reclama a las agencias un alza de salarios; la huelga es por "solidaridad"
SALTA.- Un conflicto salarial entre el sindicato de mecánicos Smata y la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) tuvo un giro inesperado y terminó con un paro que afectará hoy y mañana a las terminales de autos.
Ayer quedó inaugurada en esta ciudad la XVI Convención Nacional de Acara donde se analizaron, como temas principales, la necesidad de una reforma impositiva y los nuevos combustibles que asoman en el futuro inmediato del sector del automóvil. Más allá de ellos, la cuestión salarial fue la comidilla preferida entre los asistentes.
El presidente de Acara, Abel Bonrad, lamentó que en la apertura de la convención faltara la representación sindical, también integrante de la cadena de valor. "No está aquí porque no la invitamos. La cadena de valor tiene códigos internos y externos que no son mafiosos sino de convivencia", dijo en referencia al sindicato de mecánicos Smata (ver aparte).
Después de detallar que ofrecieron un aumento del 19%, afirmó que a la hora de negociar "hay que dejar de lado el autoritarismo y la prepotencia", haciendo referencia a la dura postura del gremio.
El sindicato reclama un aumento similar al que lograron de las terminales: 40% de suba salarial, escalonada en tres etapas y con una vigencia de dos años. En las automotrices, la noticia no cayó nada bien. "La verdad es que se trata de una medida que no se entiende. Hay mucha sorpresa con el tema porque las automotrices pagan lo que el gremio les reclamó y ahora somos rehenes de un conflicto ajeno", dijo una fuente del sector.
En los discursos inaugurales quedaron bien en claro cuáles son las principales preocupaciones del sector. La presión tributaria, recientemente analizada en un seminario específico realizado en Buenos Aires; la necesidad de contar con una provisión energética en el nivel nacional que garantice los proyectos industriales y comerciales; buscar las herramientas que permitan fortalecer todos los eslabones de la cadena para enfrentar los desafíos internos y externos, y las negociaciones sindicales.
Bonrad destacó que "la elección de Salta no es por su belleza sino por su importancia en el mapa energético del país, y es necesario analizar y debatir sobre el desarrollo energético del país y sobre el combustible que hace mover la mercadería que nosotros vendemos".
Respecto de la presión tributaria, el senador nacional Marcelo López Arias, vicepresidente de la Cámara de Senadores y miembro de la Comisión de Presupuesto, admitió que "el sistema impositivo ha dejado de ser un sistema" y aunque dijo que es necesario trabajar para que sea "más simple y tenga mayor equidad", sostuvo que no había que perder de vista la prioridad de mantener el superávit fiscal, por lo que los cambios se analizarían para el mediano plazo.
Preocupaciones
El presidente de Adefa y de General Motors, Felipe Rovera, destacó el buen momento que vive el rubro y recordó que entre 2004 y 2006 se invirtieron más de US$ 1500 millones para la producción en el país de nuevos modelos, en los proyectos de nacionalización de partes y en el apoyo a la red de concesionarios.
Agregó que entre los principales temas que faltan resolver figuran las retenciones a las exportaciones, las cuestiones impositivas y la antigüedad del parque automotor en la Argentina. Sobre ese último aspecto adelantó que las terminales están trabajando con el Banco Nación para crear alguna línea de financiamiento en la compra de unidades 0 kilómetro. Además, anticipó que ya se tomó la decisión de realizar el Salón del Automóvil de Buenos Aires en 2007 y que la industria aspira a lograr una producción anual de 500.000 unidades.
Por Jorge Pandini
Otro conflicto del sector
SALTA (De un enviado especial).- Cuando el presidente de la Asociación de Concesionarias de Automotores (Acara), Abel Bonrad, se refirió al conflicto que enfrentan los concesionarios con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) que conduce José Rodríguez, no ocultó su malestar por la respuesta que dieron los gremialistas.
El salario de los empleados de los concesionarios de automóviles, incluso el de los vendedores y los administrativos, está atado a los convenios de Smata.
Como el acuerdo vigente vence el jueves, las partes comenzaron las negociaciones para acordar el próximo aumento. Después de un debate interno, los concesionarios explicaron que ofrecieron un incremento del 19%, tal como propuso el Gobierno. Fuentes ligadas a la negociación dijeron que de manera sorpresiva, los sindicalistas exigieron el 40% y abandonaron la mesa de negociaciones.
Además, como elemento de presión, extendieron el conflicto y anunciaron un quite de colaboración en las fábricas de automotores y en empresas autopartistas. En las terminales, la medida de fuerza significará que los empleados no hagan horas extras y, por lo tanto, no se trabaje el medio turno del sábado que las automotrices cubren con horas extras.
Con el quite de colaboración los gremialistas pondrían en problemas a varias terminales, ya que una interrupción en la línea de montaje no les permitiría mantener los niveles de producción necesarios. Incluso, en algunas de ellas pondría en riesgo la posibilidad de cumplir con exportaciones ya pautadas. En el gremio dijeron a LA NACION, que el paro es por solidaridad, pero que no hay nada contra las terminales que están cumpliendo con los acuerdos firmados.
El lunes, a las 16, las partes se reunirán en el Ministerio de Trabajo.l
Fonte: La Nación
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